VILLAVIEJA
agrupa
una serie de razones que lo convierten en el segundo municipio turístico del
departamento y en uno de los más importantes del país. En su territorio se dio
la segunda fundación de Neiva hacia 1550 y allí se han encontrado vestigios de
extrañas criaturas que habitaron la tierra hace millones de años. Se localiza
31 km al norte de Neiva a orillas del río Magdalena, siendo la zona de
influencia del desierto de la Tatacoa, un atractivo exótico y misterioso, que
cautiva todo el tiempo a los viajeros.
ATRACTIVOS
TURÍSTICOS
El
desierto de la Tatacoa
El desierto de la Tatacoa limita al norte con el municipio
tolimense de Natagaima, al sur con la población de Baraya, al oriente con el
río Cabrera y al occidente con Aipe y el río Magdalena. Al desierto también lo
atraviesan varias corrientes de agua como la quebrada Las Lajas.
Sector El Cuzco.
Llegando de Villavieja, a 4 km,
es la primera zona que se aprecia. También se le conoce con el nombre de El
Cardón y se caracteriza por su color cobrizo y el abundante crecimiento de
cactus como forma de candelabros. Debe su apariencia a la oxidación del suelo y
por consiguiente a los altos componentes de dióxido de hierro.
En esta zona está el sitio denominado Los
Laberintos, por cuya geomorfología de cárcavas se le dio el nombre; allí
laerosión ha esculpido pequeños montículos por entre los que se ramifican senderos
que pasan los expedicionarios acompañados de los guías. Gracias a los
estoraques formados en El Cuzco y en la mayor parte del desierto, los geólogos
han podido determinar el nivel original del suelo, otra forma de evidenciar el
arrasador fenómeno erosivo.
Observatorio astronómico
. A 6 km de Villavieja,
en la misma zona de El Cuzco y muy cerca a Los Laberintos, el observatorio
astronómico es un muy importante referente del desierto de la Tatacoa
Es sede cada mes de julio de
la Fiesta de las Estrellas o Star Party, el único evento en Colombia que
congrega a astrónomos nacionales y extranjeros fuera de las aulas académicas,
para hacer observaciones bajo el clima cálido seco, las noches transparentes y
un cielo abierto sin obstáculos en el horizonte.
sector los hoyos
Es la zona de color
grisáceo del desierto, debido a que el suelo tiene altos componentes de potasio,
azufre y magnesio. Dista 8 km al oriente del observatorio y se llega por una
carretera destapada pero transitable. Durante el recorrido se aprecia un
paisaje erosionado con presencia de algunos rebaños de chivos y ovejas que se
alimentan de la escasa, pero nutritiva vegetación que produce el desierto.
En Los Hoyos el deterioro de la tierra ha creado escenarios de
geomorfología abrupta, de ahí el nombre, donde las formas ponen a volar la
imaginación, como el denominado valle de los fantasmas. Este sector se localiza
en la vereda Palmira de Villavieja donde también hay posibilidad de hospedaje
en las posadas turísticas. Allí las aguas freáticas fueron aprovechadas para
la construcción de la piscina El Oasis, nada más oportuno como paliativo al
intenso calor de la Tatacoa.
Piscina de lodo.
Es un sitio que los habitantes del desierto han
habilitado para aprovechar las condiciones climáticas y geológicas. Allí, con
la misma tierra del desierto, se creó un tanque de fango al que se atribuyen
propiedades terapéuticas; y con las aguas de una quebrada, se diseñó una
piscina alterna. Ubicado en la vereda La Victoria, tiene servicio de restaurante
y está sombreado por árboles frutales que crecieron a pesar de la aridez
desértica, en una fracción de verde en la Tatacoa. A 50 m de la plaza de
Villavieja se identifica la salida a la piscina de lodo.
el peñon de constantino
Dos kilómetros después del observatorio, rumbo a Los
Hoyos, hay un desvío a la izquierda que lleva al peñón, una zona de bosque con
piscina de aguas freáticas, restaurante y cabañas similares a bohíos indígenas.
Este es otro oasis dentro del abrasador desierto que refleja el ingenio de los
lugareños para atraer a los visitantes.
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